martes, 10 de marzo de 2015

Capitulo 68 Rayuela

Rayuela
Traducción por Aldo Raboño

Apenas él le echóa perder el juego, a ella se la juntó el pescuezo y caían en camas flotantes, en salvajes sarapes, en almohadas exasperantes. Cada vez que él procuraba frotar el miembro, se enredaba en un estudio quejumbroso y tenía que agarrarse de cara a pies, sientiendo como poco a poco las fuerzas se juntaban, se iban calentando, precionando, hasta quedar tendido como el árbol al que se le dejar caer las ramas de las plantas. Y sin embargo, era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tocaba los pies, consintiendo en que él aproximara suavemente su miembro. Apenas se entralazaban algo como uno mismo, los prendía, los provocaba y excitaba, de pronto era el beso, la furiosa provocación de los seres, la excitante acción del momento, los precios del paso en una sobrehumana pausa. ¡Evohé! ¡Evohé!. Puestos en lo alto del muro se sentían bien, excelentes y perfectos. Temblaba el piso, se vencían los resortes, y todo se resolvía en un profundo silencio, en las sábanas tendidas, en caricias casi crueles que los arrastraban hasta el límite de las energías.

2 comentarios:

  1. Al releer tu traducción me di cuenta de lo engañosas que son esas palabras "inocentes" con las que comienzas tu reseña explícita, explosiva. El doble sentido que causan esas primeras líneas le da un toque muy bueno a todo lo escrito.

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  2. Ahora sí se puso candente. ¡Muy bien trabajo, Aldo! Vas bien.

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