domingo, 21 de junio de 2015

Despedida a la Literatura

Era increíble salir de la clase de literatura razonando sobre lo que hablábamos a cerca de un tema interesante. Porque pensábamos, cada quien con una idea diferente, sobre algo y después de razonar salíamos con una idea muy diferente a la que habíamos tenido anteriormente.

Voy a extrañar la clase de literatura.

Carta del presente, pasado y futuro

Yo (presente): yo estoy haciendo un trabajo en clase. Estoy viendo el pizarrón pensando que escribir. Me estoy riendo de lo que está pasando en clase.

Tu (futuro): llegarás a tu casa, abrirás la puerta del garaje y verás los dos coches. Entrarás a la casa a comer, te cambiarás la playera. Harás la tarea que te hayan dejado en la escuela. Irás con un amigo al gimnasio.

El (pasado): el ha estado muy presionado estas semanas. Ha trabajado. Se ha dormido tarde. Ha pensado mucho en qué comprar par su auto. Se ha preocupado por el mantenimiento de sus auros .

sábado, 20 de junio de 2015

Carta a Jaz del futuro

Querida Jaz del futuro, lo que ahora lees es una carta tuya, a los 16 años alguien te dio la gran idea de hacerte una carta y espero que esto no suene absurdo cuando lo leas pero me pareció algo muy bonito. En primer lugar hola, espero que en el momento de tu vida cuando estés leyendo esto ya seas mucho mayor y tengas la vida que hasta el momento estoy tratando de tener, espero que seas una mujer hermosa, valiente, y fuerte ante todo.
Muchas cosas nos han pasado, nuestros papás se separaron, murieron muchas mascotas, y hasta hace unos días tuviste tu primer choque... Espero aun lo recuerdes porque yo todavía siento ese dolor en el pecho. En fin, espero que algún día, en el futuro todo esto que nos ha ocurrido te haga la mujer más fuerte y capaz que el mundo haya conocido. Realmente deseo que cuando leas esto hayas dejado de tener miedo; miedo a la oscuridad, miedo a perder a alguien, miedo de no ser lo que esperan.
Hemos vivido con miedo la mayor parte de nuestra vida, yo aun tengo miedo a muchas cosas... pero al mismo tiempo he dejado de temerle a varias.
Nunca olvides de donde vienes y como llegaste hasta donde estas, ni olvides a quienes te ayudaron y estuvieron siempre a tu lado. En este momento de tu vida hay demasiadas personas a quien agradecer y yo se los haré saber no te preocupes.
Deseo que cuando leas esto también tengas a muchas personas hermosas junto a ti.
Ni se te ocurra olvidar cuanto te ama mamá, siempre ha estado con nosotras. Y tampoco cuanto nos ama papá siempre nos ha protegido mucho. Y obvio jamás, jamás en la vida olvides cuanto te ama Chivis; ella es la mejor hermana del mundo, una en un millón.
Hay tantas cosas que quisiera contarte y espero las recuerdes.
Solo deseo que sepas una última cosa: No olvides lo mucho que te quiero, lo mucho que te amas, y que pase lo que pase seremos fuertes y podremos luchar contra todo y todos. Se siempre lo mejor de ti.

lunes, 15 de junio de 2015

Esto es estar en su clase

Yotzyry Edith Abarca Toledano 

ella viene y va, solo disfruta el momento 
Es como salir de viaje sin saber a donde vas y su amor por lo que hace es como la de un niño gordo que ama su pastel. Es como ir al lugar que siempre quisiste ir, pero al llegar a él descubres más cosas de las que viste a simple vista. Como quedarte escuchando tu canción favorita, sin contar el tiempo, y no pasa nada y es como retener algo y soltar en el momento menos inesperado. Es como escalar una montaña, pero sin estar en tu zona de confort. Pensar una y otra vez la misma cosa se vuelve parte de tu rutina y saber que hay cosas que no se cuestionan solo se disfrutan también. Nada esta bien, pero tampoco esta mal. Ella no hace las cosas por ti, te ayuda a esforzarte para que las hagas tú, pero sacando todo lo que tienes. No es aburrido y mucho menos cotidiano. Tu pensamiento y tu percepción de las cosas cambian, leer ya no es aburrido y el saber las cosas se vuelve interesante .
Gracias Paty, por este año de literatura.

domingo, 7 de junio de 2015

...que te pintas de cualquier color

Job García Díaz

Puedes, pudiste o podrás ser una voz en el oído, una lengua entre dientes o un puñetazo en la fosa nasal izquierda ―derecha, dado el caso de tu zurdes.
Estás entre mis ojos o mi cuerpo: sabor sin oscuridad, sabor a nueve.
Eres la soledad que me falta y mi vacía voz interior. Eres la caridad de color que el mundo no es.
Me provocas sonrisas olvidadas y libélulas en los riñones, memoria onírica y viajes a ríos color tormenta. A ratos un dolor de almohada o un dolor de sentido.
Veces dejaste mi imaginación: (h)echa espuma, (h)echa olvido, pero nos quedan muchos segundos para armar.
Desconozco quién eres, fuiste o serás. No te espero ni busco, y sé que te quiero.

Hola amor mío:



No se como empezar, es la primera vez que hago una carta; la primera vez que trato de expresar lo que siento, pero por algo debo empezar así que te pido una disculpa si no es lo que querías escuchar.

Te escribo esta carta con la intención de poderte expresar lo que mi voz no puede emitir.

Tal vez tu esperas una carta de amor porque se que piensas que estoy enamorada de ti (no se de donde sacas esa idea), pero no es así.

El tiempo ha pasado y no ha pasado nada.
Tu y yo seguimos siendo lo mismo desde el día en que nos conocimos.

La verdad es que no sabia como aclararte esto que siento.

Siempre que trato de dejarte, haces algo que hace que me arrepienta, pero también admito que me arrepiento de no poder dejarte.

Tal vez no sea arrepentimiento, sino otra cosa que se llama soledad.
No quiero estar sola pero tampoco quiero estar contigo. Se que tu estas conmigo por la misma razón; no podrás negar con palabras lo que tus acciones afirman.

Una vez te dije que mis besos no significaban nada. Espero me hayas creído porque es verdad.
Cada vez que te besaba solo sentía otros labios en los míos y a veces un poco de repulsión, pues tus besos saben igual que la carne cruda.

Se que te dan miedo los compromisos, es por eso que no estas con ella, porque sabes que te ama y se que tu también la amas, por la manera en que inconscientemente buscas su mirada; pero eres demasiado orgulloso para admitir que sientes algo por alguien que no sea tu.

Cuando te decía que te quería solo eran las ganas de quererte, que lastima que nunca te quise, tal vez así hubiera llorado y sentido más, tal vez así hubiera sido mas emocionante, lastima que no lograste enamorarme.

Que lastima que no me diste un motivo para quedarme y hacerme sentir algo cuando tomaba tu mano, cuando caminábamos juntos o cuando te miraba.

Una vez más me encuentro aquí, pensando que hacer contigo y tu inevitable sombra que me arrastra al vacío.

Sin duda me extrañaras.

Te desearía lo mejor pero ya me tuviste y me perdiste.

Esto llega a su final porque ya no me importa más.


Hasta nunca.

jueves, 4 de junio de 2015

Final de los pinches chamacos

                                                               Por Mayeli Abúndez

Esa noche, nomás de llegar, a los dos nos dieron una que fue la madre de todas las golpizas. Después como de una hora, nos mandaron a dormir y todavía teníamos una hambre que nos dolía todo de la chingadamente. Nadie nos preguntó a dónde habíamos ido, ni nos dijeron qué nos iba a hacer, pero tuvimos que actuar por si las dudas.
Antes de ir al edificio, en la tarde, habíamos decidido hacer como en una película que dijo Marina que había visto, y quedamos de encontrarnos en el pasillo del del tercer piso en la madrugada. Primero fuimos a su casa y le abrió la garganta a su mamá con un cuchillo que había traído de la cocina. Nos quedamos viendo como se retorcía y hacía ruido como de estar debajo del agua, olía dulce, como a tierra. Luego me tocó a mí, y fue lo mismo, decidimos que lo mejor era matar a Concha también, ella se retorció más que nadie pero al final también se quedó quieta. Medio limpiamos con unas sábanas y nos fuimos a dormir.
Al día siguiente, empezamos a excavar desde tempranito, y otra vez de madrugada, empezamos a arrastrar los cadávers para meterlos encimados en los hoyos junto con las sábanas. Sudamos a madres, y aparte tuvimos que limpiar el camino de sangre que fuimos dejando. Pasaron como dos semanas y el patio empezó a oler de la chingada y a llenarse de moscas, los vecinos se organizaron para excavar y valió madres. Los encontraron a todos, morados, inflados y llenos de gusanos, pero de todos modos los reconocieron. Se dieron cuenta de que habíamos sido nosotros, que porque éramos amigos de Rodrigo. Nos gritaron "¡Pinches chamacos enfermos!", ni tiempo nos dio de echarnos a correr, nos agarraron entre todos y nos dieron otra madriza tremenda. Cuando llegó al policía todavía me salía sangre de la nariz y Marina no podía abrir el ojo izquierdo. Se pusieron a discutir los policías con los vecinos y los reporteros, nosotros seguíamos en el suelo y a fin de cuentas nos terminaron subiendo a la patrulla y tomando un montonal de fotografías.
Sacaron la noticia en todas partes y en los periódicos nos pusieron de todo: malditos, poseídos, asesinos y demás. Ya por fin dejamos de ser pinches chamacos.

miércoles, 3 de junio de 2015

Querido amor:

Yotzyry Edith Abarca Toledano 
Otra vez en un papel escribo para ti y esto me lleva a él. Hace mucho que no te escribo o no escribo por ti; la última vez que lo hice rodaban lagrimas por mis mejillas, estaban empapadas. Todo lo anterior que te escribí fueron inconformidades mías y hasta reproches que tuve que habérselas dicho a él; cuando pude y debí hacerlo.
Ésta carta es para darte las gracias por todo; lo bueno, lo que estuvo mal, cuando lloré, cuando reí con una sonrisa enorme en mi  rostro, por todas las veces que me hiciste enojar, por cada broma, pero sobre todo por dejarme conocerte a través de una amistad también.
No juzgas, aceptas. No faltas al respeto y sacas la mejor parte de mi, pero sin esforzarme, sin que me lo exigían, sin que me lo pidan.  La mejor parte de ti para mi es tu protección y tu lealtad. Hiciste que una persona me pusiera en primer lugar, pero sin olvidarse de ella, que me quisiera con tanta ternura y al mismo tiempo con tanta firmeza. Cuestionar también es dudar, pero en ningún momento entró en mi la duda. Sigues locuras y nunca cuestionas, confías a pesar de todo lo que puede estar pasando, no dejas solo a nadie. Perdón por todo lo que no hice bien y di malas referencias de ti.
No celas, no posees y mucho menos presionas.