Por Mayeli Abúndez
Original:
rompe amarras el cuerpo, zarpa el alma
perdemos nuestros nombres y flotamos
a la deriva entre el azul y el verde,
tiempo total donde no pasa nada
sino su propio transcurrir dichoso
no pasa nada, callas, parpadeas
(Silencio: cruzó un ángel en éste instante
grande como la vida de cien soles)
¿no pasa nada, sólo un parpadeo?
Variación:
llega tranquila la noche, llena el aire
nombramos a sus hijos y soñamos
muy por encima, lejos del piso y del cielo
misma sala, donde la pared cubre
sólo lo volátil, diáfano, efímero
y deja fuera días caducos
(Silencio: solo hay uno. Un sólo instante
para llenar la sala con cien soles),
¿Lo llena todo, sólo un parpadeo?
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