por Mayeli Abúndez
verde soberanía sin ocaso
y las felicidades inminentes
fluyo entre las presencias resonantes
bajo la ley del medio día absorto
los tigres beben agua en esos ojos
toda la noche llueves, todo el día
recojo mis fragmentos uno a uno,
corredores sin fin de la memoria
busco sin encontrar, busco un instante
busco sin encontrar, escribo a solas
envuelta por la luz bajo la arcada,
tienes todos los nombres y ninguno
años fantasmas, días circulares
no hay nada frente a mí, sólo un instante
y mi sangre corre más despacio
y madura hacia dentro, echa raíces
lo que pasó no fue, pero está siendo
uno a uno me arrancas los recuerdos
no hay nada en mí sino una herida,
nada quedó de tí sino tu grito
miradas que nos miran desde lejos,
otros ojos futuros, otra vida,
nuestra ración de tiempo y paraíso,
el olvidado asombro de estar vivos
canta la soledad en su corola
vuelvo a donde empecé, busco tu rostro
son llamas los ojos y son llamas lo que miran
¿no son nada los gritos de los hombres?
no hay redención, no vuelve atrás el tiempo
¿la vida cuándo fue de veras nuestra?
no hay redención, no vuelve atrás el tiempo
¿la vida cuándo fue de veras nuestra?
recógeme en tus ojos, junta el polvo
para mirar la vida hasta la muerte,
oí cantar mi sangre encarcelada
Maye, en este texto hay toda una gran historia. ¡Lo hiciste muy bien!
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